La carbonatación es un proceso de meteorización química que se produce cuando el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera reacciona con el agua (H2O) para formar ácido carbónico (H2CO3), que luego puede reaccionar con los minerales de las rocas para formar nuevos compuestos. La carbonatación es particularmente efectiva en rocas que contienen carbonato de calcio (CaCO3), como la piedra caliza y el mármol.
El ácido carbónico que se forma durante la carbonatación reacciona con el carbonato de calcio en la roca para formar bicarbonato de calcio (Ca(HCO3)2), que es soluble en agua. Este proceso disuelve la roca con el tiempo, creando cuevas subterráneas, sumideros y otras características geológicas únicas.
La carbonatación es un proceso natural importante que ayuda a regular el ciclo del carbono de la Tierra al eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en forma de bicarbonato de calcio. Sin embargo, la carbonatación excesiva puede provocar la descomposición y erosión de las formaciones rocosas, lo que puede tener impactos negativos en el medio ambiente y la infraestructura humana. La carbonatación también es un proceso clave en la formación de muchos recursos minerales, incluida la piedra caliza, la dolomita y algunos tipos de depósitos minerales.
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