Inicio Rocas metamórficas Rocas metamórficas no foliadas

Rocas metamórficas no foliadas

Las rocas metamórficas no foliadas ya no tienen forma de placa o de hoja. Existen numerosas formas en que se pueden producir rocas no foliadas. Algunas rocas, incluida la piedra caliza, son producto de minerales que no son planos ni alargados.

eclogita

La eclogita es un tipo de roca metamórfica con una composición y textura mineral distintivas, típicamente formada en condiciones de alta presión y alta temperatura en las profundidades de la Tierra...

Granulita

Las granulitas son un tipo de roca metamórfica de alta ley que se forma en condiciones de alta temperatura y presión. Se caracterizan por la presencia de...

Unakite

La unakita es un tipo de roca metamórfica que se compone principalmente de feldespato ortoclasa rosa, epidota verde y cuarzo de color claro a gris azulado. Es...

pinolito

Pinolith es una roca metamórfica única y visualmente llamativa que se compone principalmente de dos minerales distintos: magnesita blanca y grafito negro. Es...

Esteatita

La esteatita es un tipo de roca metamórfica de talco-esquisto. También otros nombres son esteatita o roca de jabón. El compuesto principalmente de talco, con cantidad variable de...
Granate (granate skarn)

Skarn

Skarn son rocas metamórficas de grano grueso que se forman por un metasomatismo. También llamadas tactitas. Skarn tiende a ser rico en minerales de silicato de calcio-magnesio-hierro-manganeso-aluminio que también...

Marmol

Una roca metamórfica granular, el mármol se deriva de la piedra caliza o la dolomita. Consiste en una masa de granos entrelazados de calcita o del mineral dolomita. Los mármoles se forman cuando la piedra caliza enterrada profundamente en las capas más antiguas de la corteza terrestre se somete al calor y la presión de las gruesas capas de sedimentos que la recubren.
Cuarcita

Cuarcita

La cuarcita es una roca metamórfica no foliada compuesta casi en su totalidad por cuarzo. Funciona mientras una arenisca rica en cuarzo se altera a través del calor, la presión y el interés químico del metamorfismo. Estas situaciones recristalizan los granos de arena y el cemento de sílice que los une colectivamente. El resultado es una red de granos de cuarzo entrelazados de un poder increíble.